jueves, 23 de febrero de 2012

GENERALIDADES SOBRE FILOSOFIA DE LA EDUCACION

ESCUELA NOORMAL SUPERIOR SOR JOSEFA DEL CASTILLO Y GUEVARA

PENSEMOS SIN CUENTA…

FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

Por: Sergio Ángel Guillén León

La problemática de la educación como un quehacer ético en la actualidad, debe representar a la práctica educativa y a toda persona que esté involucrada en este proceso, reflexionando en ello desde una perspectiva filosófica. La educación se vuelve cada vez más un sistema mecanizado y sin compromisos sociales ni humanos, principalmente en los colegios particulares que carecen del reconocimiento social y la fundamentación pedagógica de su práctica educacional.

El contenido del presente trabajo consiste en abordar la práctica educativa desde un punto de vista filosófico y globalizador del conocimiento de las causas, prácticas y fines, donde se aborda la problemática de la educación bajo la siguiente estructura:

1. Filosofía de la educación

2. Libertad humana

3. Fundamento antropológico

4. El estudio del ser de la educación

5. Valores y educación

6. Fines

Este contenido está basado en un fundamento teórico expresado en los puntos de vista particulares de quien escribe, en una crítica en cada uno de los temas abordados.

La reflexión filosófica ayuda a lograr una mejor comprensión del mundo y de la vida, y la educación es la mejor forma de generar actitudes positivas para hacer frente a los innumerables retos que nos ofrece el mundo actual.

La práctica de la educación debe estar en función de situaciones de fondo, en función de todo lo que forma conciencia, carácter, esencia en el hombre, esencia de su práctica y de su finalidad; es la educación que como práctica filosófica encierre la libertad y la formación integral, puesto que en propuesta de la filosofía de la educación, solo mediante la implementación de estrategias que apliquen a la filosofía, se podrá educar y preocuparse por la educación real. Llama la atención la parte que habla sobre el control autoritario, el hablar de la persona madura y de la inmadura, aplicando términos que pueden resultar peligrosos si no se ven con objetividad y se aplican con justicia y buena voluntad, ya que puede caerse en un exceso y arbitrariedad si es mal considerado. Es sin duda bastante interesante la visión de una filosofía de la educación, una propuesta que abarque esencias, que abarque la raíz y que analice de fondo la transmisión de cultura humana, pero una interrogante importante prevalece en esto, si son teorías o propuestas ya existentes y que han demostrado tener el peso como fundamento, si se ha puesto en práctica o si es demasiado existencialista para poder funcionar en un tiempo como este más inmediato, más breve, que no deja tiempo ni para pensar y solo para reaccionar. Es sin duda, la filosofía de la educación sumamente interesante y digna de ser tratada a fondo.

El hombre por esencia tiende a ser libre, aunque la cultura nos tenga atados a la predeterminación y por lo tanto a la pérdida de libertad, a la pérdida de la voluntad de elegir; sin duda que esta determinación (determinismo) es una herramienta muy importante en la ideología, puesto que puede servir para que el individuo crea que es su propia elección, que crea que él está siendo auténtico en su voluntad. En la educación, se debe promover la libertad , y en el determinismo podemos encontrar una tendencia muy tajante que no permite la elección (esto como crítica a las situaciones de manipulación: moral, psicológica, política, religiosa...) con lo cual el acto educativo pierde todo sentido y se convierte solo en informativo, sin aplicación a la realidad, a las vivencias, a la vida de cada quien; si el individuo no es libre, no es fácil que encuentre el sentido, el amor, el interés a la educación. Es fascinante el poder pensar en la elección, en poder por medio de la voluntad convencerse de las conveniencias y las inconveniencias. Yo veo a la libertad como un camino hacia la identidad, hacia la moral, hacia la conciencia... sólo en medida de que se sea libre, se va a tener la conciencia del mundo, se van a tener convicciones y el ejercicio de la ética puede prevalecer por sobre lo material. ¿Por qué? Porque en medida que la libertad, que el ejercicio de la elección, el desarrollo de la voluntad sean reales, el hombre irá adquiriendo una relación mucho más estrecha con el mundo, puesto que la interacción está en función de la elección.

Raúl Gutiérrez Sáenz, menciona la importancia del fundamento antropológico, el estudio del hombre desde su fundamento y el tratar de entenderlo, es la búsqueda por aclarar lo referente al Núcleo de Identidad Personal (NIP) como la máxima realización del hombre. Gutiérrez Sáenz proporciona un panorama sumamente amplio de los elementos que deben tomarse en cuenta para lograr este entendimiento, y explica de lleno la importancia y repercusiones que a nivel individual tiene la identificación del NIP o la no identificación, planteando como esencia la búsqueda de lo más profundo del ser, sin esto querer referirse a las cuestiones psicológicas como el yo, el ego, la personalidad, los valores, etcétera, ya que esto son solamente cuestiones externas que han formado la actitud del hombre y que no permiten la observación real de ese núcleo, ya que son periferia. Ese núcleo, como fin último en la búsqueda de la existencia y los elementos que se acercan a la conformación del ser como la experiencia estética, la fe o experiencia religiosa entendiendo esta última como espíritu, y el diálogo interno (intrapersonal) será el punto que abre el camino a la esencia y la existencia humana. Se hace referencia también a modo de aclaración de los elementos que deforman esta existencia como la alineación, la búsqueda por el tener más que por el ser, la permisividad ante la manipulación y la falta de conciencia de la realidad. Así se concluye haciendo mención de las cualidades que propician el desarrollo de ese núcleo de Identidad Personal: Lo opuesto a la alienación: la autenticidad, la evolución y desarrollo, la expansión de la conciencia, el avivar potencialidades (que ese enfoquen a la luz de que se forma), el valor moral (como desarrollo) ,el amor , la vivencia plena de las emociones (desarrollar la experiencia estética), la resolución de conflictos, la captación de valores (donde la expansión de la conciencia abarca el horizonte), la búsqueda de la libertad en un diálogo intrapersonal que permita a la educación desarrollarse en el ser de la persona, y la felicidad que al fin propician la realización totalitaria del ser en su existencia.

Al hablar de la educación desde un soporte humano, como filosofía, como ciencia que busca las causas primeras y fundamentales, que es accidente en el hombre y que es paralelo a la existencia del hombre pero ajeno a su esencia, no es difícil de entender, lo difícil es la aplicación práctica. En la creencia siempre de que "...las capacidades son natas y solo hay que desarrollarlas y despertarlas por medio de la instrucción y la práctica" , De la Mora dice que el hombre está facultado para desarrollar cualquier capacidad o que es capaz de hacer de todo, puesto que solo necesita de la formación del hábito, que la habilidad se da gracias a la práctica, y que para el desarrollo de capacidades se requiere la asimilación y uso de los conocimientos. En este sentido, entonces sería posible (no lo es) hacer un Mozart de cualquier persona o un Van Gogh ubicándolo en el desarrollo de hábitos, dotar su práctica y fomentar la actividad creadora; introduciéndolo en la sublimación y pasión de la práctica.

La razón es el fundamento de la práctica de la educación enmarcada por los valores y su arraigo en la esencia humana, y si la búsqueda perfectible humana está gracias a la existencia de la educación, el hombre depende siempre del resto de los hombres, se pierde aquí entonces la calidad de individuo, ya que aun en el arraigo esencial de los valores y su práctica, está dado por su contexto, está volviéndose entonces solo sujeto perteneciente a los demás. ¿Así cómo se puede hablar de perfectibilidad? Estos agentes exteriores donde uno de ellos es el estado un ente fundamental en la educación, surge la duda de la viabilidad puesto que se ha experimentado al estado como el elemento social de regulación anómala de la educación; se habla entonces de un sistema de regulación (gobierno) con capacidades reales de estructuración y planeación y apoyo hacia la cultura y la educación; sin embargo se habla de la causa ejemplar y de la causa eficiente. ¿Cómo puede darse esta causa ejemplar si el hombre en su perfectibilidad no logra la perfección? ¿Cómo lograrlo si es que los educadores son susceptibles y accidentalmente distintos?

Un elemento de regulación social importante, es sin duda alguna la exaltación del valor, ya que la formación a partir de los valores en la enseñanza, en la educación, permiten al individuo la asimilación de lo bueno y conocer lo que no es bueno, por lo tanto, se estaría educando en la esencia, en una implicación práctica que se aprende y está dispuesta a ser transferida a otros. La problemática, no es el estudio de la axiología educativa, si no el proceso de la transmisión de estos valores y cómo son entendidos y manifestados. Si el valor es nulo, el educando estará impedido para poseer el valor, o si el valor no está expresado en su pureza y se deforma la asimilación y la práctica de éste, será distinta a la esencia del valor, entonces, se carecería de ello. La formación del educando está constituida por todos sus elementos culturales: desde el contexto y el medio ambiente, hasta la formalidad del proceso y organización educativa. Es el educador el ejemplo, el transmisor principal de los valores y el promotor de la perfectibilidad, por lo tanto, en medida que el educador sea transparente en su conciencia, más valiosa será su labor educativa.

La educación tiene como finalidad última lograr la perfección, asemejarse a Dios; tiene como fin último el dominio de la moral, de la fe, de las ciencias, de la cultura y las culturas ; sin embargo, este fin último es imposible de alcanzar. Lo más próximo a ello es la obtención de las metas parciales en un gran sentido humano, que esta sea la obtención de lo más elevado en el hombre: hombre sano, y productor de sanidad, integrado a la ecología y respetuoso de la integridad física propia y de los demás; el hombre integrado, productor, formador y forjador de la cultura, con valores estéticos y teológicos propios de su cultura, con valores económicos que busquen la justicia y que además sea libre y promueva la libertad; además un hombre que sea excelente en su práctica profesional y que sepa aprovecharla en bien de los demás, que sirva a su mundo y que permita el progreso cultural. Estos son los objetivos más reales a los que la educación puede atender de primera instancia, y por lo tanto la labor del profesor estará en esta línea.

Conclusión

Para entender la utilidad del concepto de filosofía de la educación, es necesario analizar primero por partes los conceptos que integran este término: primero, el concepto de filosofía, donde se maneja la noción del conocimiento, de las causas de las cosas y que es una ciencia que engloba todas las demás ciencias, porque es la que se encarga de entender la esencia, las causas supremas y no las inmediatas, el objeto material y el objeto formal ( lo universal y lo supremo lo particular y próximo); educación como segundo término, donde se mencionan teorías como en un proceso de transmisión de la cultura, pero sin olvidar las jerarquías (educador - educando), donde uno es la persona madura y el otro es el que está en proceso de aprendizaje. Interviene por supuesto el ejemplo con el que se profesa para que sea efectiva la transmisión de experiencias, y se posea autoridad, como en la definición real que dice: “educación es la influencia deliberada y sistemática ejercida por la persona madura sobre la inmadura por medio de la instrucción, disciplina, y el desarrollo armónico de todas las facultades...” donde cabe destacar la aparente imposición sin la cual según esto, no funcionaría correctamente, y en la definición donde se considera a la educación como proceso y que pretende realizar cambios a partir de la conciencia, se desemboca en la conjunción de estos dos primeros términos para finalizar con el de filosofía de la educación, que contempla la totalidad del campo de la educación, de la cultivación, de la formación, donde el filósofo – pedagogo tiene una especial función en el señalamiento de temas capitales para esta filosofía y su agrupación en aspectos del ser de la educación, el método, los valores y finalidades, la formación de la personalidad y la crítica de la praxis de la educación. Si en estos tiempos la educación se vuelve cada vez más un sistema mecanizado y sin compromisos sociales ni humanos, rescatar el valor filosófico de la práctica educativa resulta fundamental para la reconstrucción de esta labor.

Bibliografía
De la Mora Ledesma, José Guadalupe, La Esencia de la filosofía de la educación. México, Progreso, 1986.

Gutiérrez Sáenz, Raúl, Introducción a la antropología filosófica, México, progreso, 4ta. edición, 1998.

Gutiérrez Sáenz, Raúl, Introducción a la ética, México, Esfinge, 1994.

Gutiérrez Sáenz, Raúl, Introducción a la lógica, México, Esfinge, 1983.

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